A ver si me sé explicar.
Si diriges un equipo me vas a entender. Y si no lo diriges y estás en uno, seguro que también.
Hay muchos tipos de líderes. Creo que no solo los puedes agrupar en los típicos autoritario, paternal, democrático, coach o cómo los llamen algunos autores.
Por poder puedes, claro, pero es como si intentas agrupar todo el comportamiento humano en cuatro colores, en eneatipos o en arquetipos. Que se te quedan cortos.
A los que observes que utilizan esas formas de liderar tan pronunciadas los tendrás encasillados, pero el resto los verás muy difusos. Como con la personalidad.
En fin, que me lío, a lo que venía hoy es a contarte el concepto de burbuja o algo que viene a ser el:
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—A mí dejarme en paz con mis movidas.
O en el caso de los equipos:
—Me importa un huevo el resto de departamentos, el que me preocupa es el mío.
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Esta idea me vino ayer tras una conversación que tuve con un compañero de promoción al que visité en su Unidad y que tiene un rango superior al mío.
No te voy a hablar de él ni de su forma de dirigir, ya que no la conozco, pero sí de uno de los temas que salieron en esa conversación.
Hablamos de personalidad, de lenguaje no verbal, de la psicología del grupo y de cómo influye todo, tanto a la hora de dirigir equipos cómo a la hora de tratar con el ciudadano en nuestra profesión.
Y también hablamos de algo más importante. Te cuento:
Todos tenemos nuestra personalidad y puede que esa personalidad o capa externa la mostremos a los demás de una determinada manera según como seamos.
Hasta ahí todo correcto.
La incoherencia viene cuando tú te muestras de una manera con tu equipo y de otra con el resto del mundo.
Por ejemplo, si muestras hacia fuera una imagen rígida, hostil y antisocial, pero con tu equipo te comportas como cuál león o leona protegiendo la manada, eso provoca que la gente de fuera te vea como un capullo, pero que tu equipo te vea como un gran líder.
Inciso. Con lo de los géneros hace tiempo que desistí. Cuando escribo, lo hago como me sale. A veces lo hago en el género de los hombres, otro en el de las mujeres y otras veces viceversa —y lo que no es viceversa—. Por si ves solo uno o a veces los dos.
Supongo que si lees esto serás alguien inteligente que lo entiende perfectamente.
Ok, sigo.
Me vienen varios ejemplos a la mente de este tipo de jefes con esa disparidad de comportamientos en el intervalo hostil-fuera vs protector-dentro.
Y también de lo contrario.
Jefes que son la mar de complacientes con lo que viene de fuera y, sin embargo, fustigan a sus equipos con látigos forjados a base de la tensión que acumulan por la frustración de hacer lo que otros le piden.
Estos dos ejemplos serían el blanco y negro entre los cuales existe una gran variedad de grises y cuyo equilibrio sería el jefe que hace una burbuja con su equipo mostrándose hacia dentro servicial —que no complaciente— y hacia afuera asertivo educado poniendo límites —que no hostil.
Ya, ya, que hacer eso es muy difícil, lo sé.
Pero esto no va de dificultad. Va de conocer tu propia personalidad, de conocer estrategias y de mejorar día a día.
En varios artículos sobre el liderazgo te he contado muchos trucos, pero el centro de todo es la personalidad.
Da igual que conozcas estrategias o metodologías porque el cómo las aplicas tiene que ver directamente con el cómo eres. Da igual que quieras ser un líder respetado si la manera en la que crees que te haces respetar es un desequilibrio de tu personalidad.
Por eso, el hacer burbuja es un primer paso. Aislar al equipo de las tensiones que puede haber fuera, llámense clientes, otros jefes, otros departamentos o lo que sea.
El segundo paso es observar de qué manera te comportas dentro y fuera de la burbuja.
Y el tercero, equilibrarlo, o sea, equilibrarte. Y eso se llama preguntar a los demás cómo te ven. A tus compañeros, a tus amigos y a tu familia.
Y a quien sepas que te va a poner como un trapo. No al que te va a decir lo guapo o guapa que eres. Exacto, tu madre no vale.
Yo te doy pistas con los Big Five o Eneagrama para saber por donde empezar, pero si no te quieres meter en esos charcos, pregunta a pelo a la gente que te rodea lo que se te ocurra sobre cómo eres.
Exponte.
Piensa que lo que tú consideras críticas, son regalos para ser mejor persona y mejor líder.
Y hoy hasta aquí.
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Un abrazo.
Tony.
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PD1: Siguiendo con el inciso, no pongo líder o lideresa, porque no creo que haga falta, y menos que lo tenga que justificar, pero por si acaso. Suelo escribir en masculino quizá porque soy hombre, si fuera mujer lo mismo usaba el femenino.
Yo qué sé.
PD2: Exponte mucho, habla con gente diferente, lee libros y artículos distintos, ve y escucha a profesionales que no haga refritos y aprende otras maneras de ver las cosas y la vida.
Y si te quieres suscribir, bienvenido,da,de. Aunque yo propondría el prefijo -di para integrar a todos, pero lo mismo bienvenidi suena a cachondeo.
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