Hace años investigamos a unos malotes que se dedicaban a robar en naves industriales.
Esa investigación la llamamos Dora y todo empezó con una mochila abandonada en el lugar de uno de los robos.
Los personajes salieron corriendo cuando falló su inhibidor de ondas, un cacharro que hacía que no saltaran las alarmas. Aunque esa noche no. Mala suerte para ellos.
Lo mismo se quedó sin pilas, vete tú a saber, pero lo que supimos por las cámaras de seguridad es que falló y estas comenzaron a grabar cuando 3 figuras en mitad de la noche corrían como almas que lleva el diablo.
No te puedo contar más detalles, pero de esa mochila, un ticket, unas zapatillas y cientos de minutos de ver cámaras, dimos con una banda de gente chunga del este.
Si no has unido el nombre de la investigación, es por Dora la Exploradora y su mochila, claro. No, no te preocupes, no te voy a hacer una pregunta absurda mirando a cámara para que respondas sin que te vea.
Pero de unir va la cosa.
Te cuento.
Como con nuestras investigaciones y de las soluciones que encontramos para resolver el caso, el cerebro tira de recuerdos y de cómo los puede utilizar para resolver un problema. Una de las zonas del córtex prefrontal es la dorsolateral, que nos ayuda a encontrar experiencias que nos sirvan, y encajen, para salir del marrón que tenemos entre manos.
Paréntesis hablando de marrones.
Cuando llegué a mi último destino, al abrir un armario, vi un archivador en cuyo lomo ponía esto:
MARRONES.
Un marrón, para la gente que no sea de España, es una situación que no quieres que pase. Una mierda, vaya. Por eso lo del color.
Emilio Duró dijo en una conferencia que hay gente que cree que todos los marrones les caen a ellos. Eso tiene una explicación biológica, ya hablaremos de eso otro día…
Al cabo de unas semanas y de asumir esos marrones con una actitud más positiva y centrada en soluciones creativas, cambié el título y en vez de MARRONES puse:
RETOS.
Por eso, piensa en cómo hablas y qué actitud tienes al emplear tus palabras. Tu equipo absorbe esa energía, positiva o negativa.
Seguimos con los malotes del este.
Si somos capaces de unir recuerdos y utilizarlo para resolver conflictos de manera creativa, cuantas más experiencias diferentes tengamos, mejor y más útil será para acumular ese conocimiento experimental a nuestro favor.
Diferentes digo. No la misma muchas veces.
Hay gente que dice que tiene 20 años de experiencia en su trabajo, y lo que tiene es un año repetido 20 veces.
El otro día —si eres de los que dicen siempre el otro día refiriéndote a algún momento de este siglo, eres de los míos— me encontré con un vigilante de seguridad que trabajaba en el Ministerio donde estuve destinado 3 años.
Y de eso hace casi 21.
El colega todavía seguía allí y mostraba tal apatía contando que siempre era lo mismo que si me lo hubiera contado un zombie hubiera mostrado más alegría.
Piensa más allá de lo que te ofrecen, busca alternativas, aprende de los mejores en cada disciplina y UNE todo ese conocimiento con tus propias experiencias.
No te lances a lo loco, por supuesto, pero tu plan b siempre tiene que estar presente.
Mi misión es lograr la mejor versión de personas y equipos con ayuda de la neurociencia ¿Sabes realmente cómo funciona tu cerebro? ¿Sabes por qué haces lo que haces?