Estos meses he estado un pelín liado.

A ver, que todo el mundo se lía con las mil cosas que nos surgen a diario, que si el curro, que si los niños, que si la caldera no funciona correctamente…

Pues yo me he liado con temas profesionales (en breve asciendo y dirigiré otro equipo diferente) y con temas personales (he decidido, por fin, retomar la carrera de Psicología).

El año pasado quise parar un poco después del tute de formaciones que me he pegado estos años, pero lo que pasa es que me pica.

Entiende picor como algo indefinido que te impulsa a hacer y crear cosas.

Pues mi picor estaba en boxes y ahora que he ordenado un poco más todo (menos lo de la caldera que me sigue dando por saco) he pensado en la manera de volver a contarte cosas presentadas de manera diferente.

En estos meses y estudiando, nuevamente, un huevo, he visto que además de las técnicas de memorización de Ramón Campanyo (manchego y 10 veces campeón del mundo de memoria) y Visual Thinking (dibujar iconos para facilitar la memorización), hay algo que hace que me quede mejor con el contenido.

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Pensar.

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Pensar mucho sobre lo que estudio.

Me explico.

Cuando intento aprenderme un tema, lo divido por bloques (unas 4 páginas), lo esquematizo con un programa que se llama XMIND y, aparte, le pido a ChatGPT que me extraiga 5 preguntas con 4 opciones de respuesta sobre el bloque que he estudiado.

Que oye ChatGPT no puede ayudarme a escribir emails o artículos porque el chaval (a mi juicio y probaturas varias) no lo hace con alma ni asociaciones sutiles como hace el pensamiento humano, pero para organizar y ayudarte a otras cosas lo podemos aprovechar mucho.

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Sigo.

También tengo un orden de estudio.

Cada bloque lo repaso a los 3 días y a los 30, basándome en la curva del olvido de Hermann Ebbinghaus, filósofo y psicólogo alemán, que cuando vio que no se acordaba ni de lo que había cenado el día anterior se le encendió la bombilla.

El hombre, después de estudiar durante 7 años los porqués de la memoria, observó y comprobó que repasando lo que ves, lees o estudias, se te quedan mejor las cosas. 

Nada que no supiéramos, pero él lo estudió y definió un sistema para hacerlo.

Creo que cuando lo descubrió dijo:

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—Die Mutter, die mich geboren hat!

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Que viene a ser: ¡la madre que me parió! (o eso dice Translator, que yo de alemán…)

Total, que entre eso, las historias rarunas de Ramon Campanyo (si quieres, escríbeme y te paso el libro, que ya es antigüillo), los dibujos simples del Visual Thinking, y discutir con ChatGPT, algo se me queda.

¿Discutir con ChatGPT?

¿Insidius? (esto es una gilipollez que tenemos en casa. En vez de contestar a alguna afirmación: ¿en serio?, decimos ¿insidius?, mal dicho y peor pronunciado, en referencia a la peli, así de mal estamos…)

Pues sí, al hacer los test de repaso que propone la Universidad yo le pregunto a ChatGPT este Prompt o instucciones o como se defina hablar con la máquina:

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Atendiendo a la literalidad del texto, analiza las cuatro opciones y dime los porqués de ser incorrecta o correcta de cada opción. Solo puede haber una respuesta correcta, salvo que la respuesta sea que las anteriores son correctas o incorrectas. Vamos, la típica de todas son correctas o incorrectas.

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El bicho me da las respuestas razonadas, yo miro en la plantilla de la Uni, si la opción que me ha dado es correcta y la ha razonado bien, y si patina y me dice la B en vez de la A, por ejemplo, empieza la discusión:

—Y ¿por qué no puede ser la A, no crees que si la respuesta de la B dice que puede tener y que la de la A dice que sí que lo tiene, y atendiendo a la literalidad del texto, es más correcta que la respuesta A?

Y él/ella/elle/ocomoselediga, me lo vuelve a razonar.

Ojo, muchas veces se equivoca porque no interpreta lo que tú interpretas y eso me hace reflexionar más sobre lo que le contesto yo y, por ende, al estar más tiempo rondando ese pensamiento en la chavecha, facilito su paso a la memoria a largo plazo.

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Vale, pues después de esta fricada y de contarte como me lo monto con una IA, te suelto a lo que había venido:

Oye lo que traigo: (para los viejunos del lugar, el asunto del email tiene que ver con esta frase y con una canción, luego te cuento)

Ese picor del que te hablaba al principio, nunca se irá. Es parte de mí.

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Creo que siempre tendré el impulso de hacer cosas nuevas y de contarte cómo las hago o lo que sea que voy aprendiendo.

¿Por qué? Pues yo qué sé.

¿Por dinero?, quizá eso me pasaba al principio. Tenía la necesidad de contarlo, ayudar y ya de paso me sacaba unos eurillos.

¿Por mi personalidad? Tiene que ver, claro, pero después de tantos años veo que el fin final es mi paz mental aportando al mundo. Y que eso no está reñido porque pases tu tarjeta por mi datáfono. Es un intercambio justo (en alguna parte de la web está lo que vendo)

Creo que si inspiro a alguien a estar más seguro dirigiendo equipos o en su vida privada, a despertar su picor y como consecuencia, a ser un pelín mejor persona y mejor profesional, quizá estaré más cerca de algo más elevado (tranquilos de momento no fumo, pero quizá algunos emails huelan un poco a incienso, mente abierta).

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También creo que me meto en estos fregaos porque me encanta estar en contacto con gente como parecida a mí, personas humanas (extraterrestres de momento no lo trabajo) que sean amables, que ayuden a los demás con su profesión, de pensamiento arborescente y curiosas por naturaleza.

Es una movida esta de unir conceptos e intentar absorber mucha información. Por eso me gusta unir cosas muy diferentes relacionadas con varias disciplinas, pero con un foco (esto lo aprendí para no estar en dispersión constante).

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Mi foco o bloque gordo es el liderazgo y las patas en las que me apoyo son:

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• El Análisis de la Personalidad con la teoría de los Big Five desgranada de manera sencilla.
• El Eneagrama científico que parí en su día.
• El Lenguaje no verbal como complemento de lujo para detectar incoherencias.
• Y algo de Coaching Estratégico y técnicas varias como las que te he contado arriba.

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En los emails si te suscribes, te lo iré soltando de la manera que creo que más engancha, con reflexión e historias, para que te acuerdes de lo que te cuento y te sirva.

Aspiro a ser cero vendehúmos, y 100% (o casi) a mostrarte lo que soy. 

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En fin, que me pica, que espero que te pique a ti también y espero que lo aprendido en mis últimos 15 años dirigiendo equipos y estudiando te sirva por si no sabes por donde empezar a lidiar con tu equipo o no te hayan funcionado otras cosas.

Y si no, por lo menos, nos echaremos unas risas.

En el email de bienvenida tienes un acceso a dos artículos privados que escribí y en los que verás qué sistema utilizo.

Además, en muchos de esos emails, te recomendaré bibliografía interesante sobre memorización, análisis de la personalidad, lenguaje no verbal, Eneagrama y estudios o experimentos.

Ahora sí, nos leemos.

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Un abrazo sincero.

Tony