En uno de los emails que mandé hace poco a los suscriptores hablé de Marie Kondo, una japonesa muy simpática que desarrolló un método para tener ordenados hasta los gayumbos.
Hoy no te voy a hablar de orden —faceta C2 de los Big Five, por cierto— sino de otra cosa que me parece bastante más importante.
Ya verás.
Yo lo que llamo congruencia intermitente
—¿Lo cualo?
Sí, hombre, lo mismo que el ayuno, pero por épocas.
Cuando estamos en una época de nuestra vida en la que tenemos unas creencias determinadas, podemos ser congruentes con la forma de pensar, decir y hacer dentro de lo que creemos en esa época.
Por ejemplo, cuándo somos tiernos adolescentes tenemos unas creencias y cuando somos adultos tenemos otras, por razones obvias.
Menos nuestra madre que es la que nos dice que somos muy diferentes sin entender muy bien el cambio echándole la culpa a su nuera o su yerno, el resto de los mortales ven normales esos cambios.
Y no pasa nada por cambiar, es lo normal y sano.
Repito.
Lo normal.
Y lo sano.
Si en una época eras así y en otra asao, la incongruencia aparente está servida, pero no es tal.
Eras congruente con una época y eres congruente con la otra, aunque ambas sean incongruentes entre sí.
Espero que me sigas y que no pienses que esto es una charla a lo Sergi Torres.
Por eso, Marie Kondo, la fiebres del orden, ahora es desordenada.
¿Incongruencia?
No. Niños.
No sa jodio, cuando tienes niños, te da igual que los juguetes estén hasta en la taza del váter y que los cacharros se queden sin fregar.
Es lo que hay.
En una época de su vida era congruente. Ahora también. Comportándose de manera diferente.
Lo acepta y chimpún.
Y al que no le haya pasado, malo. Quizá le está costando un pelín adaptarse a lo nuevo y tiene que revisar sus prioridades.
Hoy ha sido cortito, pero congruente.
O no.
Y tampoco pasa nada.
.
Un abrazo.
Tony
.
PD1: Aquí te dejo uno de los artículos del tema en cuestión.
En otros artículos la llaman la apóstata del orden.
Salvo de comer potaje, que no hay manera en ninguna etapa de mi vida, yo he sido apóstata de infinidad de cosas, ¿a ti no te ha pasado?
Pues eso, ser incongruente con lo que eras es tu nueva congruencia.
.PD2: Marie Kondo no era tan ordenada. Le pasó algo que hizo que lo fuera. Como pista, te cuento que puede que los niños sean una excusa para volver a sus tendencias biológicas.
Ou mama.
Alguna vez te contaré esto más profundamente.
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