A ver, que yo respeto al súper coach motivante que te cagas que hace que tu equipo toque palmas con las orejas.
Pero sin haber dirigido un equipo es su vida, malament.
Llevo un mes con mi nuevo equipo y estoy hasta las pelotas. Bueno, ya no, luego te digo el porqué.
.
Llevo desde el 2009 haciéndome cargo de equipos y no hay ni una sola vez que al principio no estés hasta las pelotas. Eso es lo que pasa. Siempre.
Pero luego, no. Luego aplico mi sistema y todo se va ordenando.
.
Las tareas.
La conexión con la gente a tu cargo.
La energía del equipo. Sí, la energía.
Las estrategias del puesto que ocupas.
.
Quitas esto, pones lo otro, te implicas, sudas, tecagasenlamadrequeparióalgato, te estresas, te suben las pulsaciones, te pincha el corazón, te falta el aire y tu cabeza se satura.
Quizá no todas, pero muchas de ellas.
Y llega un momento en el que todo eso desaparece. Aplicando el sistema. Y eso lleva tiempo.
Es como cambiar el color de la energía poco a poco. Todos van tiñéndose de la tuya.
.
Como un bol de agua con pintura roja, que si echas pintura azul poco a poco de manera constante, se va mezclando y haciendo que el agua del bol sea morada.
Ellos son el agua roja y tu la pintura azul.
Y van aceptando los cambios, los límites y las ventajas.
Ni un te doy siempre, ni un te quito por sistema.
Si yo voy a tu empresa, te motivo un día o dos y no aplicas el sistema de manera constante, mierda para los dos.
.
Mierda para mí porque mi ego se irá satisfecho pensando en lo guay que soy, que sé un montón y que la gente se lo ha pasado pipa.
.
Y mierda para ti, porque a la semana (o a los cuatro días) la energía del equipo será la misma que antes.
.
Mismo color.
Mismas quejas.
Mismos malos rollos.
.
Yo habré echado un par de gotas de mi pintura azul, pero poco más. Eso será así.
.
Hace unos años fui a un súper evento que organizó un coach famoso.
Saltamos.
Cantamos.
Nos dijimos te quiero y que éramos la hostia.
Y nos subió la bilirrubina, ay, cuando te miro y no me miras.
4 días.
Irradiábamos poder. Nos creímos dioses y diosas.
Y a la semana yo volví a ser el mismo.
Supongo que el que era triste siguió siendo triste y el cobarde siguió siendo cobarde.
Y es normal.
.
Si no profundizas durante un tiempo en la raíz de los comportamientos, no llegarás nunca al verdadero cambio.
En la evolución personal, me gustó una distinción de 3 etapas que hicieron los chicos de Ananda:
.
El ser social o aparente
El ser natural o coherente
Y el ser espiritual.
.
Nuestro ser social o máscara opera hacia lo que nos gusta, lo que nos reconocen o por lo que nos quieren.
Y nos aleja de lo contrario, de lo que nos disgusta o lo que nos puede herir.
Esto sería la personalidad.
.
El ser coherente chocaría contra ese ser aparente, lo que soy de verdad vs la peli que me he montado. Esto son crisis al canto.
¿A los 40? Más o menos.
Creo que algo biológicamente programado hay en ello.
Aquí es donde profundizas.
Durante días.
Meses.
Años.
No en un evento de fin de semana.
.
Y si tienes suerte y te planteas que hay más cosas que las que ves, puede que alguna vez se presente desde tu interior ese ser espiritual que tienes oculto entre tanta capa de no me da la vida.
.
En fin, que me lio.
Que mi periodo de estar hasta las pelotas con mi nuevo grupo toca a su fin.
Siempre pasa.
Pero con algo más que un bote, bote, hijoputaelquenobote en un evento.
.
Con un sistema que implica conocer esos 3 tipos de ser y que estoy pensando en contártelo de esta manera:
.
QUIÉNES SOMOS Y HACIA DÓNDE VAMOS
.
Un abrazo.
Tony
.
PD: Si eres jefe como si no te lo voy contando también por aquí:
Neurolider 2024
Acepta el uso de cookies y sigue navegando más información
Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.