Nerviosos, sí ¿pero hacia dónde?

¿Cuando finalizas una tarea difícil, te sientes aliviado o satisfecho de haberla realizado?

Si es lo primero, tiendes al BIS, si es lo segundo, al BAS.

Parece el estribillo de una canción de los Cantajuegos, pero que va.

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El psicólogo de la tierra del té con leche, Jeffrey Alan Gray nos explicó la diferencia entre ser neurótico (nervioso o intensamente reactivo emocional) positivo y neurótico negativo.

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Abro inciso.

Este neuroticismo se une a que seas más introvertido (rechaces los estímulos externos al tener el área reticular muy activada y por eso no necesites estimulación externa) o a que seas más extrovertido (área reticular poco activada y necesitas despertarla buscando estimulación externa).

La gente es un estímulo muy potente y por eso la diferencia de quién necesita gente a su alrededor (extrovertidos) y quien se aleja de ella (introvertidos).

Cierro y sigo.

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El sistema BIS, o Behavioral Inhibition System, está relacionado con las vías noradrenérgicas y serotoninérgicas y se activa ante la expectativa de un castigo o de la falta de obtención de una recompensa.

Es el sistema responsable de experiencias emocionales con valencia negativa como el miedo, temor, preocupación, ansiedad, tristeza, desesperanza o frustración.

Esta teoría predice que, las personas con un BIS sobre-reactivo (Introvertidos neuróticos), al ser evitadores de estimulación, tenderán a vivir los indicios de esa estimulación como una amenaza.

También, al estar más guiados por las expectativas de castigos o fracasos que a la obtención de una recompensa, tenderán a experimentar emociones negativas con mucha mayor frecuencia e intensidad.

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Es la típica persona humana que ante algo bueno que le va a pasar diga:

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—Bueno, bueno, esperate, que hasta que yo no lo vea...

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Como la ilusión genera excitación emocional y activación cortical (vía hipotálamo y formación reticular) y éstas personas se encuentran de por sí corticalmente sobre activados (Introversión), se produce doble reactivación que intenta aplacarse con órdenes de calma tipo:

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—No quiero pensar en ello

o

—No quiero ilusionarme

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Por contra, las tendencias a la emocionalidad positiva por parte de las personas con un alto BAS o Behavioral Activation System (extrovertidos neuróticos) parecen tener más que ver con las variaciones en el sistema dopaminérgico y se activa ante las señales de premio.

La activación del BAS es el responsable de experiencias emocionales con valencia positiva como la ilusión y el entusiasmo que acompaña a posibles premios y la alegría que se obtiene cuando esa recompensa llega.

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Por eso, las personas con un alto BAS, independientemente de las situaciones, dicen que se enfrentan a la vida con entusiasmo, alegría, y confianza.

Lo contrario a las personas con un alto BIS, que experimentan más emociones negativas, incluyendo la baja confianza en sí mismos con mayor frecuencia e intensidad.

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La expectativa de premio o alcanzar una meta produce una concentración de dopamina en el organismo que cuando la conseguimos, se libera haciéndonos sentir alegría.

Si la expectativa se frustra y la dopamina no se libera en un tiempo razonable, se produce irritación y enfado.

Dicha irritación, enfado, o cólera tiene también un componente reactivador importante que predispone a la persona para buscar nuevos objetivos.

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Atención, pregunta.

Si la alegría y la felicidad se asocian a estos extrovertidos nerviosos, ¿por qué tienen esos arranques temperamentales cuando se ven contrariados?

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Fácil.

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Esta relación de la emoción de enfado o cólera con el sistema BAS ha sido comprobada no solo a través de cuestionarios, sino también a través de registros electroencefalográficos en los que se observa una mayor activación de la zona corticofrontal izquierda, justo la zona vinculada con la motivación de aproximación o apetitiva.

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Ahora bien, ni todo es blanco, ni todo es negro.

No todas las emociones ligadas al BIS tienen una valencia negativa.

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Te he contado que el sistema de evitación conductual o BIS se activaba ante situaciones potencialmente aversivas.

Y que esta expectativa se vive con tensión, ansiedad, y preocupación, etiquetando estas sensaciones como emociones negativas.

Si no se tiene éxito al evitar la situación, se produce tristeza y descorazonamiento.

Sin embargo, si la persona logra escapar de la situación o tiene éxito al evitarla, aunque supone un refuerzo negativo para la conducta de huida o evitación, viene acompañada por sensaciones de alivio, seguridad, y calma (positivas).

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Esto hace que, en los introvertidos neuróticos se refuercen doblemente las tendencias de evitación.

Por una parte, debido al cese de sensaciones negativas, y por otra, por la aparición de emociones positivas de seguridad, alivio y calma.

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En el extremo contrario, la búsqueda de refuerzos y situaciones apetitivas por parte de los extrovertidos neuróticos hace que experimenten con mayor frecuencia situaciones apetitivas (positivas).

Pero aquí tampoco es oro todo lo que reluce.

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Recientemente, se han obtenido evidencias de emociones con valencia negativa, como la irritación, el enfado o la cólera.

Estas están relacionadas con la activación de la zona hemisférico izquierda responsable de emociones con valencia positiva como el alivio.

O incluso con la calma y la tranquilidad relacionadas con la zona hemisférica derecha (que supuestamente es responsable de las emociones negativas).

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Vistas así las cosas, parece que la valencia emocional de nuestras emociones, tanto positiva como negativa, depende del tipo de situación motivacional, apetitiva (de aproximación) y aversiva (de evitación), a la que nos enfrentemos.

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Para finalizar el chapón que te he soltado, hay que entender que estas tendencias son innatas, biológicas y no tan psicológicas, y que es nuestro trabajo ante ellas las que nos hacen suavizarlas.

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Apasionante.

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Un abrazo.

Bibliografía: Nuestra personalidad ¿en qué y por qué somos diferentes? Manuel de Juan Espinosa y Luis Francisco García Rodríguez. ED. Biblioteca Nueva.