El domingo, Argentina fue campeona del mundo de fútbol. En un partido ante Francia, y tras una tanda de penaltis, se alzó con la cabezona.
Supongo que ahora es muy fácil subirse al carro de Messi y decir que es un genio y que bla-bla-bla.
Pues sí, me voy a subir un ratito.
En el artículo en el que hablé de Luis Enrique fui en contra de la opinión de un gran porcentaje y no me subí al carro de darle palos, pero en esta ocasión puede que vaya a favor de corriente.
Lo mismo mañana pienso diferente. Pero hoy te argumento mi movida mental.
Messi es uno de esos genios que pintan en el lienzo del césped sus propias obras de arte. Más allá de los colores que tengas, el talento del muchacho es innegable.
Pero voy un poquito más lejos. No te voy a hablar de lo feliz que estaba el pibe al terminar el encuentro.
Voy a hablarte de cuando estuvo metido en la mierda.
El 26 de junio de 2016, Messi anunció su despedida de la selección.
El chico, parece que no se sentía tan cómodo como en el Barça y unido a la derrota en la copa América de ese año dijo que ya si eso vería los partidos de la albiceleste por la tele comiéndose unas patatas Lays.
Este domingo, 6 años y medio después, levanta la copa del mundo.
Lo que pensé fue lo siguiente.
Messi lo ha conseguido todo en el fútbol y, sin embargo, hasta este año no ha culminado su mayor deseo poco después de haber conseguido también la copa América.
Si se hubiera retirado de la selección este domingo, hubiera sido la leche.
Toda la vida persiguiendo un sueño y lo consigue el último día, después de épocas en las que le han dado hasta en el cielo de la boca.
Y lo hilo con nuestra vida. La tuya y la mía.
Días, meses o años de mierda en la que nuestros objetivos se ven tan lejos que renunciamos a ellos, tiramos la toalla y nos resignamos.
Y ya si eso buscamos algo más normalito con lo que conformarnos.
Lo mismo pensamos que con 40 años deberíamos tener la vida ideal que anhelábamos o haber cumplido nuestro sueño y, al no conseguirlo, lo sustituimos por algo más sencillo y práctico que nos dé de comer.
Normal.
Con esta intro dos reflexiones me vienen.
Una es que es muy probable que un día y si seguimos en la pomada sin resignarnos, se alineen los astros y ganemos nuestra particular copa del mundo.
Y otra te la cuento recordando una de las escenas finales de la peli Soul de Disney (ojo spoiler, vamos, que te la destripo del tó si sigues leyendo)
Cuando el prota cumple su sueño de tocar el piano en una gran banda después de mil peripecias y de morir, vivir, morir y volver a vivir, le dice a la cantante que hasta entonces veía como inalcanzable:
.
—¿Y ahora qué?
A lo que esta le contesta:
—Pues mañana, igual.
.
Ou mama.
El colega se queda más pillado que Kiko Matamoros y da a entender que, ya que ha conseguido su sueño, tampoco le ilusiona tanto como creía, dándose cuenta de que el verdadero sentido de la vida es… Vivir.
Sin más.
Lo mismo el camino es la verdadera experiencia. Y no solo llegar a la meta.
Que no digo que a Leo no le mole seguir ganando títulos, pero que una vez conseguida su obsesión, quizá el camino le habrá merecido la pena más por la constancia, ambición, perseverancia, superación de dificultades y demás aprendizajes hasta conseguir la tercera estrella en la camiseta, que el logro en sí mismo.
Incluso lograrlo en penaltis sabe mejor al ser mayor el esfuerzo físico y mental.
Aunque tendríamos que preguntarle a él.
Y hoy hasta aquí.
.
Un abrazo
Tony
.
PD1: ¡Enhorabuena, Argentina! Tengo muy buenos amigos en el país hermano.
Si estás a favor de Messi puedes contar lo que se te pase por la cabeza, hoy es fácil. Y si no estás a favor, suéltalo, me encantará leerte.
PD2: Aquí fue cuando dijo lo de que se largaba.
PD3: El partido fue un correcalles, como la vida misma. El que dominaba le empatan y por poco pierde y en la prórroga nuevamente se veía campeón, pero al final no. Una locura.
Si crees que estás pasando mala racha, don’t worry my friend, hasta que no pite el árbitro tú sigue erre que erre con la tranquilidad de que la cosa va a cambiar, seguro.
PD4: —¡Que mirás bobo!
El tío gana y además da palos en vez de recibirlos. Como ha cambiado el cuento.
Aquí decimos: —lo suelta y luego se fuma un puro. Lo mismo allí se dice :—y luego se bebe un mate…
¡Anda! Si tengo un montón de emails de este estilo que te llegarán si te suscribes.
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