Jessica Goicoechea es una modelo a la que le va el Vicio.
A ver, no sé en qué vicio estás pensando tú, yo me refiero al restaurante de hamburguesas Vicio que la ha fichado para una campaña publicitaria genial.
Te pongo en antecedentes.
Vicio, es un restaurante en el que te apretas unas hamburguesacas que se te taponan las arterias con solo respirar el olorcillo que dejan.
Mu ricas.
Goiko, es otro restaurante donde también te alimentan con unas hamburguesas que salivas solo con pensarlo.
Mu ricas también.
Pues los del Vicio, viciosos ellos, o sus publicitarios, han decidido contratar a Jessica Goicoechea —alias Goico— para su campaña.
Que cracks.
El lema es:
Vicio, las burguers favoritas de Goico. Cambiando la C por la K.
Y Goico sosteniendo una hamburguesa de Vicio.
Así sí, coño. Esto es publicidad inteligente.
Allá por el 2010, un buen amigo mío—de estos que lo flipan con las ventas y el marketing—a un comentario que le hice sobre lo cutre que era la publicidad del momento—esto hace una década y sigo pensando lo mismo— me dijo:
—Si un anuncio no te llama la atención, es que no es para ti.
Ok.
Recibido.
Pero eso no quita que nos hablen como a niños chicos, ¿no?
Ya no es que el producto en cuestión sea para mí o para ti. Es que siempre es lo mismo.
Mismo formato.
Mismas tendencias.
Mismas músicas.
Y mismos bostezos.
Cero inteligencia. Lo mismo es que se pasan de atacar al subconsciente y el neuromarketing está haciendo de las suyas. Que no creo.
Cada vez que me salta un anuncio mientras estoy viendo algo, me revuelvo como la niña del exorcista. Y eso no creo que sea su estrategia. Ni siquiera creo que el problema sea de los publicistas.
Hace años, vi un documental en el que mostraban los entresijos del cerebro humano cuando se disponía a comprar. Era un documental alemán y ya por entonces lo echaban en una cadena alemana pública para que la gente de a pie conociera las movidas que la publicidad provoca en nuestro órgano de pensar.
Si sabes que pasa por dentro, sabes comprar, no te dejas engañar y los publicistas utilizan su sesera para que la tuya, cada vez más sabia, conecte.
Aquí en España, lo único que conectas cuando ves un anuncio son tus ganas de mear.
Por eso, cuando veo campañas como la de Vicio, con juegos de palabras, con humor inteligente, con algo de chicha, se me cae un lagrimón como un melocotón de Calanda de gordo. Y ya no te hablo de la invasión de anuncios mientras haces lo que sea.
¿Y tú qué opinas?
¿Crees que la publicidad necesita un cambio tanto en la confección del anuncio, como en la manera en la que te llega?
Y una más:
¿Alguien se queda a ver por gusto algún anuncio en algún sitio?
Ojo, que quizá te sigues emocionando cuando te salta un pop up en medio de algo interesante que estés haciendo o se te ponen los pelos de punta cuando ves el anuncio de Channel nº 5.
Pues hoy hasta aquí.
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Un abrazo
Tony
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PD1: Esta es la campaña del Vicio de Goico.
PD2: Por favor, algún publicista que se pronuncie. Porque yo no entiendo nada…
PD3: Yo de alemán ni papa, el documental estaba traducido por un señor muy majete que también iba dando su opinión, pero ya no lo he encontrado en Youtube.
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